Decir adiós

compartir

DICHO POR ROCHA

José Guadalupe Rocha Esparza

Decir adiós a una persona, a un sitio, a un paisaje, a un hábito, a un día de vida o a un ciclo calendárico, es parte de nuestra existencia. Pero cuando estamos ciertos de regresar a un lugar o de volver a ver a una persona decimos hasta luego, hasta pronto, hasta la vista o hasta la próxima. Sin embargo, nunca tendremos certeza plena o garantía de ese reencuentro.

Inconscientemente nos refugiamos en la idea de que nada grave habrá de ocurrir, por eso omitimos la dramática palabra adiós por goodbye, ciao, see you o nos vemos luego. Sin embargo, podrá no haber continuidad, dado que la muerte está en el horizonte inmediato y ese adiós de trámite será un final definitivo, que no lo podamos creer, ni salir de nuestro pálido asombro.

Aunque pueda parecer un pesimismo excesivo, conviene ser reflexivo en cada despedida con un beso o un fuerte abrazo y algunas palabras, dado el doloroso ajuste de emociones por las alegrías que van quedando atrás o los días vividos que no volverán. Si la vida nos concede otro espacio de ver a alguien, el gozo será enorme; por ello gozo despidiéndome mucho: adiós.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*