Un trabajador de origen rarámuri pudo obtener el pago de su finiquito luego de que se le suspendieran sus derechos laborales en la empresa para que la que trabajaba, tras ser encarcelado, por un asunto ajeno a su desempeño en la compañía.
Fue a través de la Procuraduría de la Defensa del Trabajador, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), como se logró resolver este caso a favor del trabajador, quien ante esta difícil situación por la que atraviesa, no tenía forma de presentar su renuncia para acceder al recurso de su finiquito y enviarlo a su familia que radica en la Sierra Tarahumara, quienes dependen únicamente de esos ingresos.
Su tío, el señor Andrés Zaragoza, fue quien acudió a nombre de su sobrino a la Procuraduría, para obtener asesoría. “Yo creo que no me quisieron pagar a nombre de mi sobrino en la empresa, a lo mejor porque casi no sé hablar muy bien el español, no me di a entender, y tampoco ellos me explicaron muy bien, por eso busqué otra ayuda y aquí nos atendieron muy bien, y rápido”, relató.
La abogada de la Procuraduría, Nerida Saucedo, comentó que junto al señor Zaragoza y el abogado del trabajador, acudieron a la empresa para presentar la renuncia, en una carta escrita por el propio trabajador, quien también facultó al tío para cobrar el finiquito. En coordinación con las áreas jurídica y administrativa de la empresa, resolvieron la rescisión de la relación laboral y el pago a través de un convenio.
“A nosotros no nos ayudan porque falta que nos expliquen bien cómo se llevan estos casos, a veces los patrones no nos pagan porque no hablan como nosotros”, expresó el señor Zaragoza sobre las dificultades a las que se enfrentan ante las leyes por la diferencia del idioma o al no saber sus derechos, en este caso, como trabajadores.
Por su parte, la abogada Saucedo agregó que como funcionarios públicos es su deber ser empáticos en situaciones de este tipo, y nunca negar el apoyo a quienes lo necesitan, pues siempre se puede encontrar la manera de resolver el problema al que se enfrentan.
“Debemos ponernos en sus zapatos, saber qué pasaría con nosotros si al igual que ellos, no supiéramos qué hacer en estos casos, ni a quién acudir, o cómo explicar qué nos está pasando, ellos al igual que el resto de los trabajadores, deben saber cuáles son sus derechos laborales, a saber cuáles son sus beneficios y obligaciones, pues a veces los patrones abusan de ellos porque ellos no defienden sus derechos, pues simplemente los ignoran”, concluyó.