¿HERÓE O CRIMINAL? ANÁLISIS HISTÓRICO CONDUCTUAL DEL PERSONAJE; PANCHO VILLA

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Escrito por: Maestro Jesús Soto

«El país debe ser gobernado por alguien que realmente quiera
a su gente y a su tierra, que comparta la riqueza y el progreso».

Pancho Villa

Para iniciar este recorrido hipotético es de suma necesidad dos cuestionamientos que han de dar
la base crítica y filosófica de la reflexión criminológica a la cual se invita al amable lector.
—¿En qué medida podemos cuestionar la veracidad de los acontecimientos que conforman la historia de la revolución mexicana?
—¿De qué forma ha contribuido el personaje de Pancho Villa en la identidad y la educación de los
Chihuahuenses?
Este escrito únicamente tiene como afán ver de manera aumentada la personalidad de tan célebre
personaje. Perseguir el conocimiento académico científico y fortalecer la verdad histórica de los pueblos.

En ese orden de importancia comprender que el objetivo de la lucha armada a manos de
los más pobres y desprotegidos era recuperar la dignidad humana, el reparto de la riqueza de manera equitativa y la aplicación, exigencia y promulgación de la justicia para el pueblo. El gobierno de Porfirio Diaz había tenido como base el desarrollo tecnológico y la creación de un país mediante un modelo europeo.
Muchos historiadores han salido a defensa de la forma de gobernar de Porfirio Díaz, debido a que nuestro país se había posicionado como una potencia de primer mundo a la par del bloque de países que gozaban de ser los más poderosos del globo. En México el lugar que ocupaba el campesinado había tenido como núcleo la explotación laboral, el despojo de tierras y la muerte indolente bajo condiciones infrahumanas.
Tal como lo menciona Katz (2018); la opresión en la que se vivía en la dictadura Porfirista, dio vida
a movimientos políticos y a que otras clases sociales fueran organizadas por grupos de poder que
diferían del Porfiriato, con esa causa de lucha surgen los primeros brotes de la revolución en lugares
de nuestro Estado de los cuales a algunos de ellos poco se les hace mención: Ascensión, Cuchillo
Parado, Casas Grandes, Parral. entre otros, fueron cuna del movimiento armado.
Pancho Villa aún no figuraba como lo que llegó a ser unos años más tarde, a pesar de que gozaba
de una importancia en lo largo del territorio nacional, poco tiempo después llego a ser el personaje
más representativo de la revolución mexicana, actor de Hollywood y Gobernador del Estado grande
en el corto periodo de 1913-1914.
Hablamos sin duda, de una personalidad que se formó en los caudales del poder, de la muerte, de
la violencia desmedida, con una mezcla de acciones que dejan a los analistas con muchas dudas, en
ese mismo sentido, conocemos a un Villa amoroso con los niños, partidario de erradicar el
alcoholismo, respetuoso de la labor docente y fanático del aprendizaje, de ahí se deriva la acción de
que sus 30 mil hombres los cuales integraban La División del Norte, atendían labores de instrucción
militar por las mañanas y en lastardes asistían a recibir formación académica, asistidos por maestros
al servicio de la revolución mexicana.

Existen diversas ramas criminológicas como la sociología criminal, que intenta explicarnos los
fenómenos sociales, haciendo referencia a la génesis o nacimiento de la conducta violenta en las
personas, por medio de sus aportes nos dice que; de algún modo los escenarios sociales han de ser
un detonante en la conducta de individuos que cometen ciertos actos categorizados como crímenes,
contempla la importancia e influencia de la familia, la escuela y el entorno social para el desarrollo
integral de las personas.
La victimología como rama de la criminología, estudia los nodos traumáticos, comportamientos y
padecimientos después de la exposición a ciertas conductas antisociales que en este caso generan
prejuicio en contra de la integridad de alguien. La siguiente cita ayuda a dar un mejor contexto a
este análisis sobre la génesis criminal de Pancho Villa: “La Victimología también debe ocuparse de
los pueblos victimizados que padecen de hambre y miseria a consecuencia en unos casos de pésimos
y corruptos gobiernos y en otros de la división internacional del trabajo” (Bodero, pág. 74).
En relación con lo anterior, el personaje del Centauro del Norte, está rodeado por un sinnúmero de
historias que conforman una mitología que pone de pie un carácter violento, para muchos
estudiosos del tema; Pancho Villa fue un asesino potencializado por el coraje y la rabia de la injusticia
social, pero que también visto desde el factor psicológico daba rienda suelta a la más pueril
manifestación de una psicopatología basada en el arrebato, el poder y la sangre.
Según Chávez (2015), fue víctima del abuso del poder desde niño, su madre había quedado
desprotegida a causa de su amorío con el rico hacendado Don Luis Fermann, dueño de la hacienda
de Bassoco, capitalista judío quien negó el derecho de paternidad a aquel niño producto de su
intimidad con la Sra. Micaela Arámbula Álvarez. Nace el miércoles 5 de junio de 1878 en el rancho
“La Coyotada”, municipio de San Juan del Río Durango. Finalmente, reconocido por Agustín Arango
Vela, quien se desempeñaba como peón de dicha hacienda.
Portador desde temprana edad de un temperamento colérico que le caracterizaba y escuchando las
declaraciones del horrendo acto de violación de su hermana, siendo responsable el patrón de La
Hacienda Santa Isabel de los Berros, del rancho conocido como “El Gorgojito”; Don José Agustín
López Negrete, mismo que en estado de ebriedad cometió el delito sexual en contra de Martina,
tan solo una niña de 12 años de edad.
José Doroteo Arango Arámbula, con tan solo 16 años perpetró su primer asesinato, disparo en cinco
ocasiones un revólver calibre .41; el cual se escondió bajo las ropas, un rozón en el hígado le quitó
la vida a su patrón en la hacienda, esperaba al joven Doroteo para que le entregara el pago de la
renta de las tierras, mal herido muere a causa de septicemia. A tan corta edad deambuló por la
sierra de Durango, La Sierra del Gamón, sobreviviendo a la persecución de las leyes y escondiéndose
en cuevas y cerros, robaba ganado para obtener algún dinero y enviárselo a su madre.
En 1896 capturado por los rurales, fue llevado preso a la cárcel de Canatlán, paso poco tiempo ahí,
tallando los barrotes se fuga y se refugia de nuevo en la sierra. Lo capturan Ignacio Parra y Refugio
Alvarado, miembros de una gavilla, creyéndolo espía del gobierno lo interrogan. Se unió a su banda
comandados por el auténtico Pancho Villa, quien al verle tan joven le dio protección y lo unió a sus
filas, heredando en su lecho de muerte su nombre al Joven Doroteo Arango.
Podemos entonces decir que obraban en él, dichas personalidades, por un lado; el caudillo sensible
a la injusticia provocada por un sistema que esclaviza al campesino, un rotundo coraje a los ricos

hacendados que despojaban a los más pobres y por otro lado, un asesino despiadado que dejaba
una huella de dolor imborrable en los pueblos donde se tiene conocimiento de sus tropelías y
abusos.
Un niño traumatizado por la pobreza y la escases, maltratado por las figuras de poder que le
quebraron la inocencia y la dignidad, este núcleo circunstancial terminaría convirtiéndose en el
motor criminógeno de su identidad como General de la División del Norte.
La criminología moderna y sus métodos de perfilación criminal con fundamentos clínicos y
biotipológicos, echan mano de una variante de técnicas para poder elaborar con sumo apego
científico, predicciones sobre el comportamiento de las personas dirigido a los actos criminales. Uno
de los esquemas que revisan en la conducta de toda persona que se somete a un perfil, son sus
estructuras emocionales, familiares y sociales, infiriendo en ello la posibilidad del trastorno en la
conducta y la personalidad.
Tenemos la oportunidad mediante los archivos históricos de acudir al método deductivo para
analizar causas y efectos de la conducta del Centauro del Norte, con ello poder comprender que la
juerga de la injusticia y las causas delictivas, tienen como primer embrión un ambiente familiar
desfavorable. Quizá no es una regla metodológica en la elaboración de un perfil, pero incurre en
una alta posibilidad de reproducción de esa violencia recibida, evolucionando en la psicología del
sujeto y manifestándose en las peores formas a través de lo que hoy conocemos como causa
generadora de la violencia.
Dejaba a su paso una estela de muerte, colgados, fusilados, se llevaban a las mujeres y saqueaban
las pertenencias de los ricos para repartirlas en los necesitados. Así narran las historias ya
convertidas en leyendas, ya parte de la historia del personaje de Villa. De algún modo se justifica y
se naturaliza la violencia por parte del sistema educativo y la población; quien establece una lógica
de guerra, de un combate en donde por ambas partes se hizo uso desmedido de la pólvora y del
plomo. En ese mismo sentido, es preciso comprender que la historia y los documentos con los que
se cuenta en la actualidad, basaron su esquema en una de las más puras expresiones del pueblo,
me refiero al corrido de la revolución,se cuentan los acontecimientos con ciertos detalles de tiempo
y de modo, ayudando a los investigadores a precisar los usos y costumbres que se establecieron en
ese entonces.
Por citar alguno, el corrido La persecución de Villa, escrito por Samuel Margarito Lozano.
La primera estrofa dice:
Nuestro México febrero veintitrés
dejó carranza pasar americanos
diez mil soldados, seiscientos aeroplanos
buscando a Villa por todo el país.
De manera inmediata nos sitúa en el contexto político y en las circunstancias de modo.
Hace alusión a un Villa intrépido, a un Villa que bajo las más agrestes condiciones supo continuar su
lucha y hasta poderse burlar de uno de los ejércitos más poderosos del mundo. Una mente maestra
para el escape, conocedor de la geografía chihuahuense y sin duda un estratega militar de alta
escuela, un modus operandi experto, para muchos un héroe para otros un criminal…
C o n t i n u a r á

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