LA EVOLUCIÓN DE LOS PSICÓPATAS

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Escrito por el: Maestro Jesús Soto Sánchez

En un primer momento es importante definir el concepto y detallar algunas características
conductuales de quien padece algun trastorno para poderle identificar como psicópata, esto
con el fin de delimitar el uso de la palabra y afinar nuestra observacion a diversas áreas de la
vida común.
Segun la OMS(Organizacion Mundial de la Salud)-
La ENFERMEDAD o EL TRASTORNO MENTAL es una alteración de tipo emocional, cognitivo
y/o comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos básicos como son la
emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, la sensación, el
aprendizaje, el lenguaje, etc.
En ese mismo sentido, el psicópata es una persona que por circunstancias de diverso
origen (biológico,evento traumático, carga de estrés y neurosis) a quedado privada de su
empatía,emociones y sentido de alteridad.
Incapacitados para ser sensibles al dolor ajeno, simulan en una realidad social, en ciertos casos
se les llama sociópatas pero es en este punto donde se genera el quiebre y la confusión.
Ambos comparten similitudes pero las diferencias son notorias.
Según Hare (2015); el sociopata manifiesta una gran impulsivilidad, inestable emocionalmente,
incluso se le nombra a este padecimiento trastorno de la personalidad antisocial.
LAS REDES SOCIALES Y LOS PSICOPTAS
Desde el mundo de la psicopatología y el estudio de los trastornos; tratar el tema del uso de las
redes sociales es una aportación considerable para aumentar la comprensión en materia del
análisis de la conducta, en relación a las máscaras que construimos para relacionarnos en una
sociedad globalizada por el uso de las redes sociales, donde tal parece que se ha creado una
cultura en las formas de proyectar nuestra imagen y nuestra existencia, los comportamientos
en redes van desde el hecho de aparentar gozo, espiritualidad, paz etc; compartir situaciones de
orden íntimo o privado que detonan en estímulos cortos a nuestro autoestima y autorrealización
mediante los likes y cometarios.
Una actividad adictiva que sucumbe en la segregación de de sustancias químicas en el cerebro,
efecto similar al de la cocaína y otros compuestos como la nicotina.
En cierto modo la sensación de hacernos notar y ser tomados en cuenta nos causa una adicción
tan potente tal como la que producen ciertos psicotrópicos y estimulantes nerviosos.
La tecnología poco a poco nos ha ido causando daños irreparables en la composición social,
nos volvimos mayormente sedentarios, dependientes de los aparatos digitales que con el
afán de optimizar tiempos y distancias dejamos de lado las habilidades psicomotoras; fuimos
perdiendo la sensibilidad a la interacción humana, de tal modo que revertir el proceso y uso de la
misma para la realización de las actividades diarias es en cierto modo imposible.
No podemos dejar de lado los avances biomédicos y la cura de tantas enfermedades que
ha traído consigo el crecimiento tecnológico, pero la contraparte ha sido un problema que
actualmente enviste la sociedad moderna.
Rescatar situaciones en el comportamiento y uso de las redes sociales es una actividad que
representó un reto para las ciencias criminológicas, debido a la cantidad de denuncias por
acontecimientos delictivos.
En este mismo sentido, el uso de las aplicaciones que nos mantienen conectados a un universo
virtual ha de reflejar también aspectos relevantes y circunstanciales de nuestra psique profunda.
Cuando hablamos de trastornos, hay una línea conductual aumentada desde la forma de uso
de las redes sociales, los datos son igual de reveladores debido a la constancia de ciertos
parámetros presentados, repetidos u omitidos, construyendo con ellos una lectura parcial de lo que ha de ser en un momento final una constante de nuestro comportamiento social,pero ahora
con la perspectiva virtual.
Información encontrada en sitios Españoles, en relación a estos temas escrita por Elisabet
Escriche (2016).
Fechas del año en mencion;
1 de junio: Un hombre mata a su novia, se saca un selfie con el cadáver y la publica en Facebook.
25 de mayo: La policía investiga la violación masiva de una adolescente de diecisiete años de
Río de Janeiro. Uno de los presuntos violadores había colgado un vídeo en las redes sociales en
el que se veía a la joven desnuda, sin conocimiento y con heridas en los órganos genitales y en el
que aseguraba que en la violación había participado una treintena de hombres.
14 de abril: Una mujer retransmite en directo por Periscope la violación de una adolescente de
diecisiete años, que era amiga suya, en Ohio (Estados Unidos).ha habido un goteo de crímenes
difundidos en las redes. Pero – ¿Qué lleva a un delincuente a exhibir en las redes sociales sus
actos violentos?
El director del programa de Criminología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Josep
Maria Tamarit, y el director de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la
UOC, Manuel Armayones, lo analizan. Según Tamarit, para explicar estos comportamientos
hay que tener en cuenta la interacción de varios fenómenos, como la fascinación por estar
presentes en las redes, los componentes de personalidad del individuo o la situación en la que
se encuentra. «Salir hoy en la red y ser visible es una confirmación de que existes socialmente»,
puntualiza Tamarit. A la familiaridad y la facilidad de uso de las redes, además, se añade
un «efecto de desinhibición» de la persona que actúa «en el plan cognitivo». «Hay incluso
quién habla de un efecto disociativo inducido por las TIC, de modo que producirían un yo
digital –un alter ego– respecto al que el individuo actúa sin tener en cuenta las consecuencias
de sus propios actos», añade. En cuanto a los componentes de personalidad, hay que tener en
cuenta aspectos como la impulsividad o el narcisismo. «Los individuos con este patrón pueden
encontrar en las redes una vía idónea para exhibirse», explica. En este sentido Armayones
asegura que, por mucho que parezca una barbaridad, desde la lógica de una persona que ha
realizado un acto violento y como extensión de este mismo acto, lo que quiere es impactar.»En
las redes encuentra este espacio para amplificar su acción», puntualiza.
Algun ejemplo concreto de la idea puede ser el siguiente:
Cuando las personas cambian constantemente su foto de perfil o utilizan filtros para alterar
la composición de su imagen e incluso bombardean con estados que pueden ser abundantes
en número,estamos hablando síntomas en relación de problemas de autoestima y lapsos de
ansiedad guardados en una persona que le grita al mundo su necesidad de ser vista y sentir
afecto, una psicopatía en torno a este fenómeno que ha generado la aceptación de los medios
masivos de difusión.
Esta ventana a un mundo virtual solo es un escaparate fantasioso que sacía las ansias y engaña
la autopercepción.
Quizá las nuevas tendencias de análisis conductual formulan el descubrimiento de una entidad
psicopoatoide trastornada por la invisibilidad y con un esquema de depresión que aunque
invisible puede llegar a ser fatal, individuos psicópatas víctimas de la soledad o el rompimiento
amoroso que hayan ante un teléfono móvil o una computadora una pequeña cura ante el terrible
padecimiento que les aqueja.
Por el contraste surge la posibilidad de que este tipo de personas sean blanco fácil de la
actividad delictiva, resultando sencillo llenar sus vacíos existenciales y modificar esquemas de
afecto mediante un contacto que parece real.
Un entidad que funda sus logros en la idealización de ser vista y percibida por un universo de
personas en el sentido virtual, un histrionismo agudo que genera consigo la alteración de la
conducta teniendo como único puente al afecto el uso de sus redes sociales.
Para Hare (2015) ; los psicópatas son personas que fungen y realizan un rol determinado en
la sociedad y pueden pasar desapercibidos sin el más mínimo problema, pero encierran en su
universo psicológico una serie de factores que han de ser determinantes en el momento de
incurrir en diversos comportamientos antisociales.
De forma literal vertemos en nuestras redes sociales la mayor cantidad de aspectos de nuestra
personalidad, plasmando situaciones de carácter afectivo y sexual que con facilidad pueden ser
leídos con un uso mínimo de herramientas sencillas al momento de el análisis de la conducta.
A menudo el uso de motivaciones o frases han de ser «aquello que no soy y quiero ser», en una
necesidad básica de aprobación, se intenta construir ante los demás una identidad totalmente
ilusoria, y que el hecho tal orilla a la persona a gritar de manera literal al mundo un margen de
alteraciones socio afectivas.
Bajo una perspectiva psicoanalítica Freud (1930) en su obra Psicopatología de la Vida
Cotidiana, nos permite ver este tipo de premisas desde el ámbito cultural, las sociedades crean
estilos de vida,generan modas y tendencias, de tal modo que nos introducimos en mundos de
fantasía en donde nuestras necesidades de contacto son saciadas de manera artificial.
En la modernidad el índice de crímenes cometidos en relación a contactos que inician en las
redes sociales es alarmante, las ciencias criminológicas han permitido adquirir una serie de
elementos de modo y tiempo que sirven para detectar posibles eventos delictivos en donde las
víctimas no solo son niños y niñas, también personas emocionalmente vulnerables en estado de
soledad y abandono silencioso.
Datos publicados en el diarios El Economista dejan ver que:
Estas problemáticas no varían significativamente entre países desarrollados o
subdesarrollados. Entre 2014 y 2017 se estudiaron en Reino Unido 19 millones de mensajes en
la red social Twitter (tuits) de los cuales al menos 5 millones se identificaron como misóginos.
En México las víctimas de ciberacoso ascienden a 17% de la población usuaria de internet, de
acuerdo con la OCDE, lo que significa que al menos 2 de cada 10 personas activas han sufrido
algún tipo de violencia por medio de internet.
En conclusión:
El uso de los medios sociales de vanguardia (redes)
debe tener un autoregulamiento, es importante saber que las experiencias significativas y la
privacidad deben de ser un constructo que se fue perdiendo con el paso del tiempo.
Nuestros viajes, nuestras convivencias, incluso nuestras actividades familiares deben de
mantenerse en cierto resguardo.
Los psicópatas siempre están observando, su intelecto y ágil desarrollo social les permite hacer
de nosotros quizá la siguiente víctima.
En contraste, si sufrimos de algún rompimiento y sentimos la necesidad de saciar nuestros
vacíos por medio de las redes, es recomendable buscar otra forma de interacción social, que
tenga como fin el incremento de nuestro amor propio y la riqueza de la alteridad.
Sanar nuestra necesidad de formas más positivas y esperanzadoras.

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