por:
Ricardo Urquidi
Pipo El Sordo entra a una cantina ubicada en la antigua Calle sin Ley, mejor conocida como Calle Jesús García y próximamente del Minero, en la barra están dos alegres comensales, en sus manos están dos cervezas de reconocida marca, de entre sus labios salen pequeños escupitajos que amenazan con llegar a la humanidad de cada uno, tienen un debate que casi parece discusión: “Mira Compadre yo tengo más de cuarenta años yéndome de mojado, en aquellos años de inmediato conseguía trabajo, lavando platos, limpiando estadios luego de los juegos, todo lo que usted se imagine… y ahora las últimas veces que he ido, no le miento he batallado un poco, pero no porque no haya trabajo, sino porque los gringos , los güeros ya le disputan a uno los jales, antes ni se paraban y nos veían con desprecio, pues ahora nos ven con odio”, Pendicrocio de la Gomera de Arriba advierte a Mensecrocio del Tule de la actual situación que priva en los Estados Unidos.
“Ahorita está muy difícil la situación, el mentado Trump ese, que tiene más copete que Peña Nieto, nos está culpando a nosotros de todo lo malo que pasa… y pues claro los gringos le hacen caso… que va a construir un muro con todas las remesas que los paisanos mandan para acá, que nos van a deportar a todos los que nos encuentren trabajando sin papeles, pues que esta menso?… nosotros somos los meros, meros, sin nosotros no van alcanzar güero que limpie las calles, que lave los platos”, Mensecrocio se une a los comentarios de su compañero de borrachera, Pipo deja a un lado El Sol y los cachitos de lotería y se concentra en la plática, a pesar de su embriaguez sus comentarios le llaman la atención.
“Sabe que es lo que más duele a estos Güeros?… que nosotros estamos repoblando su país, el mendigo gringo, para empezar se casa después de los 35 años y nomas tiene un hijo o dos, no más! y nosotros pues estamos como el chiste de el gringo que construyo un barco?”, Pendicrocio deja en suspenso la parte final, “Y luego?”, “Pues el mexicano le dijo: Présteme a su hermana y yo le hago la tripulación”, con sonora carcajada, incluyendo a Pipo festejan la ocurrencia, “El gringo al rato va a ser minoría, los negros están igual que nosotros tienen mucha familia y para que gane un blanco la Presidencia, a fuerzas necesitan nuestros votos”, sentencia Pendicrocio.
“Pero, Compadre, lo peor de todo es que este hijo del maíz, puede ganar, porque como dice el dicho: “Divide y vencerás”, ahorita hay mucha tensión social, que los negros contra los musulmanes, que los gringos contra los latinos, todas las razas, hasta los que batean de zurda ya los traen, al rato vuelve el Kux Kux Klan, está muy feo ahorita del otro lado, Compadre”, Mensecrocio preocupado por lo que le ha tocado vivir en sus incursiones al otro lado y por lo que puede venir expresa sus observaciones.
Pipo interviene: “Cuanto pagan allá?”, los dos ebrios de repente se dan cuenta que tienen un espectador: “Mira mi hijo… según en lo que trabajes, más o menos a 5 la hora, si tienes buen patrón hasta unos ocho… porque?… tienes pensado irte para allá?… no te vayas, no te conviene, haz tu vida aquí, nosotros hemos ido, pero no vale la pena, te humillan, te sobre explotan, pero sabes que es lo peor?… pierdes a tu familia, yo ya tengo 60 años y sabes que? mis hijos no me respetan, cada vez que tienen oportunidad me echan en cara que no estuve con ellos en momentos importantes, llega un momento en que no perteneces ni aquí, ni allá y los único que estás pensando es en regresar… no te vayas hijo, quédate aquí, los frijolitos siempre se extrañan”, en un monologo que parecía que no terminaba Mensecrocio advierte a Pipo.