DICHO POR ROCHA
José Guadalupe Rocha Esparza
Gimotear, lagrimar, lloriquear, plañir o sollozar en forma intensa por peligro, angustia o tristeza excesiva durante 40 minutos o más, descarga tensiones y desasosiegos al deshacernos de cantidades importantes de cortisol, componente químico de las lágrimas, expresión del estado emocional de la mente en el ser humano, única especie que llora por motivos emocionales.
Rui-katsu es una terapia japonesa de grupo que busca que veinte o treinta personas rompan a llorar durante la proyección de videos o cortometrajes de una elevada carga de emotividad, aumentando el ritmo cardiaco de los nipones y sonrojo de las mejillas. Los individuos del sol naciente salen despejados, aliviados y con una franca mejoría en su estado de ánimo.
Cuando observamos a otro llorar, se activan conductas de calidad humana que nos llevan a empatizar con la otra persona, vital para la vida social, lágrimas ajenas a las basales que mantienen la hidratación del ojo o las protectoras, que brotan ante agresiones del medio ambiente. Saludable soltar el llanto, como dicen Los Ángeles Negros: Déjenme si estoy llorando.