Vivir al máximo

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Por: Jessica Cano de Rueda

En el último escrito, abordamos el tema de la importancia que tiene el reflexionar sobre lo que nos hemos ido convirtiendo en el transcurrir de nuestra vida (zanahorias, huevos o granos de café) por nuestras experiencias, pérdidas, alegrías todo en conjunto nos permite ver lo que somos, en dónde estamos parados y hacia dónde nos dirigimos, y si nos dirigimos a algún lado. Creo que la clave de vivir al máximo es el perdón y la humildad, siendo honestos con nosotros mismos y con los demás podemos superar cualquier problema o pérdida que tengamos en vida.

En estos momentos que acabamos de comenzar Año, época de propósitos, metas y planes les invito a prepararnos espiritualmente para abrir nuestros corazones y mentes, para ser  y dar lo mejor de nosotros, ¿Que sería de nosotros sin el perdón?, independientemente de si se profesa alguna religión o no, el perdón y la esperanza forman parte básica de la armonía y crecimiento de nosotros como personas.  ¿Cómo creer cuando mi ser amado ha muerto? ¿Cómo perdonar al que me ha traicionado o fallado? ……. Con amor!!! 

La vida de cada uno de nosotros está compuesta por varias esferas  como:

• Biológica
• Espiritual
• Social
• Laboral

Cada esfera a su vez tiene sus muchas divisiones de acuerdo a la vida de cada persona. Cuando una persona muere nos puede afectar en todas en mayor o menor medida, así como cuando tenemos alguna crisis o problema. Cuando nos vamos dando a la tarea de valorar el tiempo y lo que esa persona dejó y aportó en nuestra vida, permitimos que su vida tenga trascendencia porque su obra dio fruto en nosotros y los que nos rodean y nos permite ver que también nosotros podemos continuar y disfrutar. Cuando el problema es en vida el poder comprender no quita la falla, ni la justifica al igual que el perdonar pero nos da paz lo que nos permite construir de nuevo y avanzar. Cuando nosotros perdonamos no necesariamente olvidamos pero sabemos que perdonamos o avanzamos cuando ya no duele, cuando ya no se carga el recuerdo con dolor, cuando hay paz en nuestras vidas y corazones.

Cuando un ser querido muere, deberíamos sentir paz en el espíritu al reconocer que ha llegado a su destino y completó el viaje, pero esto es difícil y duele porque la ausencia y la separación duelen y duele más cuando hay situaciones que quedaron inconclusas, sin cerrar o perdonar, por eso les invito a estar en paz con ustedes mismos y con los demás, porque no sabemos cuándo, cómo y dónde…

Me despido deseando transformes tú vida y la de los demás y me leas en 15 días,  soy Jessica Cano de Rueda. Me puedes contactar en tribunaparral@gmail.com