PANCHO VILLA Y AL CAPONE TOMAN CIUDAD JUÁREZ

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Escrito por el: Maestro Jesús Soto

Existe una gran contradicción ideológica en relación a diversos sucesos del siglo XX, acontecieron en un área geográfica que ha sido golpeada por la violencia desde tiempos independentistas, esta idea se centra en dichas relevancias, para traer al papel un análisis circunstancial en torno a dos personajes que son parte de la vida social, ambos en cierto momento categorizados como enemigos públicos y criminales de alta gama, en orden cronológico tenemos a Pancho Villa, quien es el responsable de un acontecimiento militar en Ciudad Juárez que le dio fortaleza a la lucha armada en un tiempo de gran turbulencia política en México.

Por otro lado, una década después, Al Capone quien se adueñó de manera tajante del tráfico de alcohol durante la prohibición en los Estados Unidos, pero que, como punto clave de su comercialización, operó desde Ciudad Juárez en actividad de compra, transporte y administración de centros de elevado consumo de la sustancia, así lo deja ver Olivas (2013):

Vestido con un traje a rayas de seda, importado de Italia, sombrero de fieltro y una corbata que contrastaba con la vestimenta, aquel hombre descendió de un lujoso auto que cruzó minutos antes el puente internacional de la Avenida Juárez, escoltado por otros cuatro vehículos en los que se trasladaban al menos una docena de hombres armados. Se trataba de Alphonse Gabriel Capone, conocido como Al Capone, el jefe de la mafia de Chicago, quien a finales de 1929 arribaba a Ciudad Juárez para visitar la zona de cabarets de esta frontera y seguramente para realizar negocios con sus socios mexicanos. Era la época en la que Estados Unidos mantuvo vigente la Ley Volstead, conocida como Ley Seca, la cual detonó toda una industria del licor en la frontera de México con Estados Unidos y generó el nacimiento de la “leyenda negra’’ de Ciudad Juárez, donde los servicios de entretenimiento se volvieron el sector más importante de la economía a la par del contrabando de bebidas alcohólicas. Pág. 3

El gánster más temido en la historia de criminalidad de los años (1920 -1930) nos ofrece una vena de investigación que se teje en la depresión de los Estados Unidos, pero es importante anteponer el contexto que por ningún motivo debe quedar sesgado de este trayecto analítico, nos referimos a la devastación de la lucha armada, que dejó inestabilidad económica, laboral y sin duda; difíciles tiempos de coexistencia para muchos ciudadanos que intentaron continuar con su vida, sobrevivientes y neonatos.

La muerte de Villa, permitió que la vieja guardia de caciques y de gente que de algún modo comulgaba con las ideas porfiristas, retornara de a poco a la vida económica y empresarial, por medio de una permisividad que se codificó con nuevos ejes de corrupción y perturbación ideológica. Este último suceso en mención, dio por finiquitado uno de los ejes de la lucha de la revolución Villista, erradicar todo acto de corrupción pública, habían pasado solo trece años de la gesta heroica en la Ciudad, solo nueve de la muerte de Villa, según las narrativas, la economía estaba más que devastada, muchos pobladores optaron por buscar un sustento en el trafico de licor a la región americana del Paso Tx.  Según se narra por los historiadores; Villa cerraba cantinas, mandaba fusilar a los ebrios que se encontraba en la calle y realizaba inspecciones de manera frecuente entre sus filas para erradicar el vicio tal como lo llamo de manera pública, años más tarde se inundarían de licor las calles de la ciudad que fue testigo de uno de sus actos de mayor renombre.

Dentro de la dimensión de las teorías críticas, los sucesos que le dan vida a la historia de las naciones sientan su base en las hazañas que se consideran patrimonio de una colectividad, estos se invisibilizan  en sus expresiones mas vitales de una cultura profundamente arraigada en aspectos tales como: la agresividad, la masculinidad, la feminidad, rol hombre-mujer, la religión, la violencia justificada, la construcción del género, el odio racial, la discriminación-entre otros; todos estos tan solo son expresiones minimizadas, efectos colaterales de los interminables tiempos de una economía mundial injusta y crecida en el reparto ventajoso de la riqueza, la división imprecisa y deshumanizada del trabajo. Estos personajes tienen algo en común que se puede radiografiar desde el mundo de lo imposible, gracias al psicoanálisis hoy podemos dilucidar que; eran temidos y a la vez amados, eran idolatrados y a su vez odiados, eran inmortalizados en la memoria ontológica de lo común, pero también necesario y vitalmente exterminables, el sistema de poder que pertenecía a la otra cara de su simpatía, fama y poder, jamás miró con ojos benévolos su arraigo en la sociedad, interiorización que creció de manera desmedida en un corto tiempo.

Entonces podemos decir que: esa psicopatía del amor y el odio, Eros y Tánatos en comunión, la pulsión de vida y la pulsión de muerte, tal como lo llamo Freud (1930) — en sus virtuosos intentos de explicarnos el funcionamiento de la psique humana, la reproducción, la alimentación, saciar nuestras tensiones sexuales, erotismo, pero no solo perteneciente a lo genital, se intenta ir más allá de la reducción simplista  pero, a su vez el sujeto intenta armonizar con la educación, las normas sociales del contexto, los deberes religiosos, elementos que son ordenados por lo que le llamamos conciencia, en un término didáctico muy básico en el afán de no perdernos en la complejidad, Tánatos se codifica en la idea de la muerte, hecho presente de manera intensificada en nuestra cultura mexicana, revisemos el siguiente aporte teórico que permite una mayor claridad. Castilleros (2019) dice que:

Si bien la idea de la libido y la pulsión sexual ya existían mucho antes en el pensamiento de Freud, el concepto de Eros nació a la vez que el de un tipo de pulsión opuesto a este: la pulsión de muerte o Thanatos. Ambos conceptos son completamente opuestos: Eros es vida y vitalidad, dinamismo, sexualidad y búsqueda de placer y supervivencia mientras que Thanatos representa el deseo inconsciente de muerte, de vuelta a lo inorgánico, de regresión, reposo y disolución. Eros es unión y Thanatos disgregación. Sin embargo, a pulsiones interdependientes que aparecen conjuntamente e incluso se fusionan en parte, conduciéndonos a distintos tipos de conducta. De hecho, no existe acción humana en la que no existan ambos componentes. En conclusión: no hay muerte sin vida ni vida sin muerte pág. 3

Martínez Escárcega (2015); lo dimensiona desde un perímetro social, en una configuración de la realidad compuesta por algunos elementos que resultan visibles una vez que entendemos estos conceptos— el poder despiadado ejercido sobre las personas, mediante la educación en pos del control sistémico, los aparatos de poder del Estado quienes también diseminan raíces de odio, de muerte, de perturbación, la opresión en la que sumergidos en periodos de desconocimiento obedecemos sin cuestionar nada ni a nadie.

Según Castillero (2019); para entender el concepto de Eros desde la perspectiva psicoanalítica es en primer lugar necesario conocer el concepto de pulsión y su importancia en la psique humana.

Recibe el nombre de pulsión todo aquel impulso o fuerza que conduce al sujeto a llevar a cabo algún tipo de acción, generalmente con el fin de satisfacer algún tipo de necesidad. Se trata de fuerzas poderosas que surgen ante un estado de tensión corporal, que busca ser resuelta. La pulsión es en último término el origen de toda actividad mental, siendo representante psíquico de los estímulos somáticos del cuerpo, y consta de fuente (órgano de donde nace la pulsión), fuerza (grado de empuje a la acción), meta (satisfacción de la excitación) y objeto (lo que la satisface).

Ya descritos de manera breve ciertos elementos que forman parte de este fenómeno de lo identitario, este último se adhiere de forma inherente a quien nace, se identifica, o siente una emoción o empatía en relación a las figuras responsables del desafío o las hazañas que se divulgan a través de los medios de información, redes sociales, el cine etc. — Freud (1930); le denominó procesos de identificación, en su propuesta psicoanalítica, el medico austriaco acusa a la cultura y al sistema que brota de la sociedad para mantener un determinado orden, mediante acciones de contención de aquellas pulsiones que se generan en nuestro estadio psíquico, hoy quizá de manera incorrecta le llamamos mente o pensamiento, constantemente nos reprime la educación basada en el control, los aparatos de gobierno que nos instalan normas y en cuestión religiosa, la idea de un infierno y el castigo de lo eterno en caso de no cumplir con los estatutos y guías de conducta. Esto genera que los individuos logremos establecer una relación con personajes de películas o historias deliberando por medio de ellos nuestras cargas pulsionales reprimidas.

La Dra. Eva Marcuschamer Stavchansk (2019); nos amplia la visión y el discernimiento, en esta publicación relacionada al tema:

Todas las identificaciones expresan el deseo consciente o inconsciente de ser como otro, y por eso es posible que tengan residuos de aspectos displacenteros o de conflicto.  la identificación empieza como imitación dice Freud un niño puede imitar, desear ser como otro, o convertirse en otro por una gran cantidad de razones que dan expresión a la envidia, la admiración, la ambición o el deseo de aprobación o de seguridad, evitar la ansiedad, la culpa o la depresión; incluso satisfacer su necesidad de castigo o expiación de culpa. algunos de estos deseos pueden ser extremadamente transitorios. Pág.1

Las figuras o personajes que encontramos en las historias sientan de algún modo la base de una identidad que pueda oscilar en los regionalismos, los personajes nacionales o héroes modernos traídos por el cine a la cultura colectiva de la población, sin duda, aportan un guía de conducta y le dan forma al pensamiento de quienes estamos subsumidos a la vida en sociedad. Dentro de las dimensiones de nuestra historia como mexicanos, las formas en las que se cuenta, se aprende y se comprueba, marcan precedentes para la misma humanidad, acontecimientos como los que se vivieron en Ciudad Juárez son un indicador de suma trascendencia, se proyecta la imagen de Pancho Villa a una plataforma mundial, hazaña comparada con la realizada en Troya a cargo de Ulises.

Los griegos construyeron un enorme caballo de madera y se alojaron en el interior con sus mejores guerreros. La figura del caballo era simbólica. Se trataba de uno de los símbolos de Atenea, diosa de la guerra que había apoyado a los griegos en su acoso a Troya. Además, en algunas leyendas la figura del caballo era sagrada para los troyanos.

Con el caballo ya dentro de las murallas de Troya, el ejército griego regresó de Tenedos por la noche sin ser visto. Cuando toda Troya dormía, Sinon liberó a los soldados que estaban en el interior del caballo, y así se inició la destrucción de la ciudad. Los soldados abrieron las puertas a sus compañeros, y Troya cayó esa misma noche en manos griegas

Al momento de revisar la historia desde las ciencias criminológicas, revisar a contra luz y entender algunos componentes que se recrean en las sombras. En relación con esta ultima idea, cierta información se vuelve clasificada y no apta para el consumo social, se le da un uso especifico que no queda claro, se otorga una atribución de educación, sin embargo, dicho uso ostenta tendencias de manipulación—ergo — ¿Qué es lo que no quieren que sepamos? — ¿Cuál es el fin de ocultar la verdad histórica? — la única forma de lograr entenderlo es revisar y repensar la historia en la versión formal del Estado, tal como lo hemos mencionado en otros esbozos.

Por lo antes mencionado, acudamos a dos musculosos preceptos para mantener el sentido científico visto desde el pensamiento crítico; para evitar perdernos en la subjetividad de la cual se acusa a quienes desafíen los métodos de la academia; acudamos a la sociología criminológica, la cual es una ciencia fundada por tres iconos de la criminología, Cesar Lombroso, Enrico Ferri y Rafael Garofalo, a quienes en la actualidad los conocemos como los fundadores de la escuela positiva del siglo XIX

Intentar entender la historia bajo la mirada criminológica-critica, requiere de sostener con gran escepticismo la razón, la metodología de la sospecha y la capacidad de asombro, ante los que se descubra al momento de resolver los cuestionamientos que emanan de la duda filosófica, piedra angular de todo conocimiento científico, deriva de un solo hilo conductor, la pregunta del — ¿Por qué?

Cuando se habla sobre la toma de Ciudad Juárez Chihuahua, se clasifica la información en una serie de eventos relacionados a la inteligencia militar que circunda la imagen mítica del Gral. Francisco Villa. Los acontecimientos históricos nos centran en dos momentos del capitulo de la lucha armada que forman parte de una gama interminable de relatos, narrativas y opiniones del formalismo histórico, dando por hecho la integridad de los sucesos, sin establecer posibles variantes, dudas en las fuentes y certeza de la realidad que se describe. Este planteamiento tiene por objeto ahondar en los detalles políticos, ahondar en el contexto del México de entonces y hacer visibles cuestiones en relación a lo que se ha descartado por las opiniones conservadoras y formales que ven la necesidad de exagerar, torcer o mentir sobre los mismos datos.

Por otro lado; después de comprender un poco sobre los orígenes criminológicos de Pancho Villa, revisar de cerca sus hazañas y el temperamento sanguíneo que le caracterizaba, veamos la relación que existe entre los dos personajes y su carrera de bandidaje en épocas de estrecha temporalidad, condiciones muy parecidas en cuestión de pobreza, abuso, educación limitada y un amplio deseo de echar fuera las estructuras de poder que les perturbaban en su existencia.

Archivos del FBI, en cita extensa nos dicen que:

Capone nació en Brooklyn, Nueva York. Era hijo de inmigrantes italianos provenientes de Angri, un pueblo de la Provincia de Salerno, al sudoeste de Italia.23 Su padre, Gabriele Capone, era un humilde barbero y su madre, Teresina Raiola, era una costurera, hija de Angelo Raiola.2 Ambos procrearon nueve hijos. Los Capone emigraron desde Italia a Nueva York en el año 1893, y se trasladaron a una casa situada en la calle Navy Street, en el número 95.4 Esta calle estaba situada en la Navy Yard, una sección de las calles del sur de Brooklyn. Gabriele Capone trabajaba en una barbería cercana, en el 29 de Park Avenue. Al Capone abandonaría los estudios de quinto grado en la escuela a la edad de catorce años, para después irse a trabajar a diferentes lugares, como una tienda de caramelos situada en una bolera de Brooklyn como dependiente.5 En esa época Capone conocería al gánster Johnny Torrio, y el joven sería influenciado por él hasta tal punto que Torrio llegó a convertirse en su mentor.6 Johnny Torrio introdujo al joven Capone en diferentes bandas juveniles de ladrones como «The Junior Forty Thieves», «Five Points Junior» o los famosos «Five Points Gang», la banda juvenil más peligrosa de aquellos tiempos. Aquí comenzaría la carrera criminal de Capone.Poco tiempo después, se convertiría en guardaespaldas del mafioso Frankie Yale y Antonio » Tony el Malo» Torelli, quien encomendaba a Capone tareas como las de extorsionar a los diferentes propietarios de negocios para que le cedieran una parte de sus beneficios.789 En esa época trabajó como camarero y guardaespaldas en un club nocturno de su jefe, llamado «Yale´s». Una noche, Capone se emborrachó en este club e insultó a una de las chicas que trabajaba allí, provocando así una pelea entre él y el hermano de la chica, Frank Gallucio, el cual sacó una navaja y con ella le rajaría tres veces la cara a Capone. De ahí nació su famoso apodo de «Cara cortada», ya que esos navajazos que recibió en la cara le dejarían tres cicatrices de bastante consideración. Al día siguiente, Capone fue a disculparse con Gallucio (por órdenes de Yale) y entonces dejaría de ser guardaespaldas del local, aunque seguiría trabajando para Yale

En ese mismo orden de ideas, cerrando este recorrido teórico, la historia final de Al Capone, nos permite un aporte de suma importancia para solidificar la comparativa entre ambos personajes. Se organizó una brutal campaña de desprestigio y de continua presión al Estado para terminar con el imperio de la mafia italiana en Chicago, representada por el cara cortada, como se le conocía al gánster, empresarios de alta importancia para el gobierno, formaron un grupo parapolicial, una especie de cacería encabezada por agentes federales comandados por Eliot Ness, el objetivo; dar fin a las actividades ilícitas y ponerle tras la rejas.

La mano del gobierno americano tembló para poder dictaminar un juicio justo, por la imputabilidad de más de trescientas muertes en una década de horror en Chicago, finalmente se le procesó de forma judicial por evasión de impuestos al ascender su fortuna a cien millones de dólares, en el año de 1927. Su sentencia condenatoria se estipuló en diez años, posteriormente se aminoró debido a que dejó de ser considerado el enemigo público # 1.

A mediados de los años 1930, estando en Alcatraz, era uno de los reclusos más famosos de la cárcel. Capone, ya maduro, comenzó a mostrar signos de demencia, probablemente a causa de una sífilis sin tratar, que le contagió una prostituta siendo joven. Pasó gran parte de sus últimos años de reclusión en el hospital de la prisión y finalmente fue liberado el 16 de noviembre de 1939. Estaba arruinado, físicamente débil y con la mente deteriorada. Se retiró a su propiedad de Palm Island, en Miami Beach, Florida, donde se recluyó del mundo exterior. El 21 de enero de 1947, Capone sufrió un derrame cerebral, y murió cuatro días después de neumonía. Lo encontraron muerto en la bañera. Fue enterrado en el cementerio Mount Olivet y trasladado al cementerio Mount Carmel al oeste de Chicago, junto a los restos de su padre y de su hermano.

C O N T I N U A R Á . . .

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