Tan sólo es un tema de actitud…»Harim Montiel

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El sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas”. Antoine de Saint-Exupéry

Un título, un bien, un trabajo, no nos hacen mejor personas…

La manera en que nos relacionamos con los demás, nuestras actitudes hacia ellos, es lo que nos define. Cómo nos comportamos con alguien que nos necesita, con aquellos que nos aman e incluso con aquellos que no nos caen bien.

La amabilidad, el altruismo y la solidaridad son palabras fáciles de pronunciar. Sin embargo, conseguir que los valores positivos sean el emblema de nuestros comportamientos es más complicado. Si lo conseguimos, esto será lo que nos define y por los que seremos recordados.

«La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia». Winston Churchill

La actitud es la manera en la que enfocamos las diferentes situaciones que tenemos que afrontar. Son los hábitos que nos caracterizan y que todo el mundo conoce de nosotros. Por ejemplo, si cuando entramos a una tienda saludamos a los vendedores o al ver a una persona necesitada no dudamos en asistirla, estamos demostrando varias actitudes: amabilidad, educación, generosidad y altruismo.

La actitud no es nada sin acciones que la manifiesten. Sin duda, los actos son los que nos definen como personas, como amigos, pareja, compañeros o ciudadanos.

Seguro conoces la frase “las palabras se las lleva el viento”. Hablar y hablar, pero no actuar, también es una manera de condenarnos a que tengan una impresión errónea sobre nosotros.

Si deseas transmitir algo y que tus dichos encierren la verdad que pretendes, debes acompañarlos con actitudes.

Recuerda que las acciones nos definen. Es preciso que presentes quien eres, que seas fiel a ti en cualquier circunstancia.

¿Eres congruente con tus acciones y tus palabras?

¿Haces todo aquello que deseas?

No es tu ropa, ni tu peinado, ni la forma en que caminas… lo que realmente te diferencia del resto es tu actitud ante las dificultades y los logros ante las victorias y las derrotas. Estamos acostumbrados a los productos hechos en serie y por eso nos olvidamos de los fabricados a mano, únicos e irrepetibles.

¡Tienes que ser ese artículo que cuesta más por el trabajo que llevó su diseño y construcción!

Para poder ser una evolución que te diferencie de los demás, es preciso ser valiente, positivo, responsable de ti, sin excusas y sobre todo sepas controlar tus emociones.

Date el tiempo para reinventarte y hacer de ti el más grande proyecto de tu vida.

Harim Montiel

www.harimmontiel.com

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