Adicción al Trabajo (Primera Parte)

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Gran parte de la vida nos pasamos horas y horas en actividades laborales, viendo esto como la única manera de obtener los satisfactores esenciales para nosotros y nuestra familia; tal vez se correcta esta apreciación, sin embargo, hay o habemos personas que nos excedemos en la práctica del mismo, refiriéndonos al trabajo.

Sin duda el trabajo otorga a las personas sentido de vida, identidad, es tan poderoso, que influye en su autoestima, legitima a la persona, ante su familia y la sociedad; en pocas palabras el trabajo dignifica.

El trabajo es una gran forma de vida, para el logro de los objetivos personales, familiares y sociales, sin embargo, hay quienes lo llevan de forma exageradamente intensa y compulsiva, aquí es donde inicia el desorden que, de no detectarse, diagnosticarse y tratarse, generará efectos contrarios a los beneficios, antes mencionados.

Una definición de adicción, nos dice que es, “la entrega incondicional de una persona a determinadas cosas, sustancias, sentimientos o hechos, que se apoderan de su voluntad y la controlan, haciéndola dependientes de ellas, aun cuando ponen en peligro su salud física o mental”, en el caso de adicciones a sustancias, las autoridades sanitarias, las tienen muy identificadas, valoradas incluso estudiadas, son plenamente reconocidas; en el caso de las adicciones conductuales, donde no hay sustancias que ingresen al organismo, se han venido dejando de lado, incluso existen pocos estudios formales al respecto, como lo es, el trabajo, entre otras adicciones de este tipo, que abordaremos en los próximos artículos.

En la detección de cualquier adicción la luz amarilla que debemos tomar en cuenta es cundo cierta actividad o conducta domina nuestra voluntad, y sobre todo afecta, mi ámbito, familiar, personal y social, aquí algunos aspectos para su conocimiento, análisis y valoración en su aspecto laboral, recordando que, en este espacio, brindamos información que debe usted validar y en su momento, cada uno de ustedes, tomará sus propias decisiones.

La adicción se enmascara bajo la apariencia de responsabilidad, dedicación, esfuerzo y sacrificio personal, existen algunos rasgos para identificar cuando una persona ya es adicta al trabajo, o está en vías de, aquí les comparto alguno de ellos:

La persona; trabaja más de 45 horas a la semana, seis o siete días a la semana, se trabaja hasta altas horas de la noche, con tiempos muy cortos o sin ellos de descanso, la persona trabaja estando aun enferma, se lleva trabajo a la casa para continuar laborando ahí, come en su centro de trabajo, en el auto, en cualquier lugar, con el fin de no dejar de trabajar, nunca rechaza nuevos proyectos, no puede decir NO a más trabajo, las personas con rasgos de adicción al trabajo, requieren también que los demás se lo reconozcan, se eleva su autoestima cuando les dicen que como son eficientes, trabajadores, estas personas salen poco de vacaciones y cuando llegan a salir, se la pasan checando el correo, mensajes, llaman constantemente para ver cómo va el trabajo, estas personas en todo lugar y reunión solo su tema de conversación es el trabajo, el tiempo libre o de ocio los deprime y los pone ansiosos, la lista es larguísima, estos son algunos aspectos que debemos tomar en cuenta, para auto evaluarnos y analizar nuestra relación con el trabajo, y no caer en excesos.

Cada puesto o actividad, ofrecerá rasgos muy propios del mismo o lugar de trabajo, el asunto es poder identificar estas conductas que pueden llegar afectar, a mediano o largo, plazo, nuestro desempeño laboral, personal, familiar, incluso afecciones en nuestra salud mental y física.

La próxima semana, continuaremos con el tema, para conocer el perfil psicosocial de las personas potencialmente adictas al trabajo.

Francisco Rueda

Catedrático y Comunicador

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