Adicción al Trabajo

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(Segunda Parte)

Recordando un poco lo expuesto la semana pasada, mencionamos que los seres humanos requerimos del trabajo para satisfacer diversas necesidades (satisfactores), incluso, se mencionó que el trabajo da sentido de vida, que dignifica a las personas, su manera de ser y de actuar, siempre y cuando sea un trabajo bien remunerado y justo, de lo contrario no se pude considerar del todo digno, aquí entran varias corrientes filosóficas, que analizaremos posteriormente para no desviarnos del tema actual.

Como en todo, nos encontraremos personas con diferentes actitudes, y formas de llevar una vida laboral, los extremos son malos, en esta ocasión estamos en el caso de las personas que llevan su actividad laboral en forma ilimitada y exhaustiva. con el pretexto de querer mejorar su ingreso económico, que mis hijos no tengan las carencias que yo tuve, otros por superación personal, etc.

La semana pasada concluimos mencionando los rasgos para identificar al adicto al trabajo, ahora veamos el perfil psicosocial que estas personas presentan:

Como en toda adicción lo primero que se presenta es la negación de la situación o del hecho, en cuantas ocasiones hemos escuchado a un adicto al alcohol por ejemplo, decir no soy alcohólico, yo domino a la sustancia, el alcohol no me domina a mí, así sucede exactamente lo mismo con la adicción al trabajo, siempre existirá esta negación.

Otro aspecto que se observa en los adictos al trabajo es la comunicación interpersonal deficiente, en algunos casos por estar sólo pensando en el trabajo, socializan poco, no les interesan otras conversaciones o las consideran de poca importancia, al mismo tiempo esto genera una alta necesidad de control de las demás personas y de las diversas situaciones que se presentan, ya que creen tener verdades absolutas, continuamente alimentan su ego y narcisismo, con los conceptos que les gusta mucho escuchar, como; el que son muy responsables, trabajadores e inteligentes, esto según ellos les da la autoridad de control, por lo general realizan tareas innecesaria y no solo eso, si su, puesto es directivo, llevan a sus subordinados también a realizarlas, creo que en algunas ocasiones hemos escuchado, o hemos expresado inconformidad por tareas que evidentemente son innecesarias e irrelevantes que nos encargan nuestro jefes, inmersos en la adicción del trabajo, para esta personas, todo es relevante y, necesario, es por ello que al cargarse de trabajo satisface la necesidad; como el adicto al tabaco, que prende un cigarrillo uno tras otros, para los demás es evidente que es una exageración, para ellos es satisfacción y lo consideran necesario, o el adicto a la cafeína que dice sin mi café por la mañana no rindo igual en el día, vimos algunos aspectos del perfil de una dicto al trabajo, comparado o tomando algunos ejemplos de adicciones a sustancias, la pregunta es ¿habrá personas con varias adicciones?. Claro que las hay, una sola persona puede ser adicta al trabajo, a la cafeína, al alcohol etc. Es de pensarse seriamente y autoevaluar y determinar que estamos haciendo con nuestra vida y nuestra salud.

Como toda adicción el trabajo también nos afectará físicamente, presentando cansancio extremo, hipertensión, trastornos cardiovasculares, trastornos del sueño, gastritis, ulceras, perdida del cabello, contracciones musculares y algunas otras más, llegando a tener problemas de salud severos, incluso a desarrollar enfermedades crónico degenerativas.

Es por ello que ya en otros países se empiezan a implementar la semana de cinco días laboras y algunos piensan ya en la semana laboral de cuatro días, con resultados bastante satisfactorios tanto para empleadores y empleados.  

 Francisco Rueda

Catedrático y Comunicador

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