Notas:

Big Papi en Arlington

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La Pera del Olmo

Ricardo Urquidi

Cuando en el invierno del 2015, Big Papi anuncio su retiro, lo primero que hicimos fue ver el calendario de juegos de los Medias Rojas para ir a verlo, ya sea en las opciones de Phoenix, Arizona o Arlington, Texas, la fecha que descubrimos fue: 24, 25 y 26 de Junio en la casa de los Rangers.

Así fue como empezó este viaje para ver a uno de los futuros miembros del Salón de la Fama de Cooperstown, el primer bateador designado en ser inducido en el nicho de los inmortales y para fortuna de nosotros es latinoamericano.

Big Papi fue reclutado originalmente en el 92 por los Marineros de Seattle para luego ser cambiado a los Mellizos de Minnesota en el 96, donde sufrió muchas lesiones que le impidieron mostrar su talento, en el receso de temporada del 2002 fue firmado por los Medias Rojas con mucho escepticismo para convertirse en un pilar para acabar con la maldición del Bambino, al ganar con los Medias Rojas la Serie Mundial del 2004.

Repetir sus números y su carácter para impulsar carreras en momentos claves, sería interminable, solo quiero agregar su don de gentes, su carisma, que lo ha llevado a ser un verdadero ídolo en Boston, es sin lugar a dudas, sus números así lo avalan, un miembro del Salón de la Fama.

Ahora en Arlington, nos mostró su poder conectando dos hits en la serie y sobre todo dándonos destellos de su nobleza, su  grandeza dentro y fuera del terreno de juego, el viernes con una formación especial saco una línea arriba de la segunda base que fue atrapada por Elvis Andrus, después del out, con un ademan le reconoció al venezolano su atrapada, los fanáticos de los Rangers a pesar de tenerlo como rival se le entrego en todo momento.

En muchas ocasiones la historia de un pelotero no se escribe en el terreno de juego, se escribe y se guarda por un hecho inmemorable que siempre guardan los aficionados…

El 15 de Abril del 2013 se corría el Maratón de Boston y en el transcurso de la carrera hubo un atentado terrorista que costó la vida de tres personas y más de 200 heridos, los Medias Rojas de Boston en ese momento estaban de gira, al volver al Fenway Park, Big Papi tomo el micrófono: “Esta es nuestra maldita ciudad, y nadie va a dictar nuestra libertad. Manténganse fuertes”,

Después de transitar por más de 2 400 kilómetros, llegar a Parralito Llovedor, la satisfacción nos inunda por haber visto a uno de los grandes, no tan solo de Latinoamérica, de toda  la Gran Carpa, que a pesar de sus orígenes humildes en Dominicana, es ya una leyenda viviente, es un ser humano que le ha devuelto a la sociedad lo que el béisbol le ha dado a manos llenas, Big Papi, tiene una fundación para ayudar a niños, tiene viñedos cuya venta es destinada a obras sociales, después de seguir su trayectoria no nos queda duda que solo los más grandes son humildes, cuya nobleza aflora a flor de piel.

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