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La Pera del Olmo
Ricardo Urquidi
Comenzó el Estatal en todos sus frentes, ahora brindándole un sincero homenaje a uno de los más grandes peloteros que han llegado a Chihuahua: Jesús El Bambino Avilés, personaje que dentro y fuera del terreno de juego, siempre tuvo las facultades para ganarse amigos, adoptar a Chihuahua como su segundo hogar y permitirnos a todos los fanáticos del rey de los deportes disfrutar de su talento a lo largo y ancho de las diez zonas beisboleras.
Como en todo principio, los equipos no alcanzan su mejor nivel por lo tanto podríamos imaginar que el análisis que a continuación vamos a realizar sería prematuro, ansioso por mostrar el nivel de los equipos y sobre todo del pitcheo que existe en estos momentos… sin embargo el escándalo de carreras nos llevan a pensar que los pronósticos sobre carencia de calidad en los lanzamientos no eran descabellados.
En los 15 partidos que se efectuaron de viernes a domingo, se anotaron la cantidad de 203 carreras, más de 13 carreras por partido, número que hacia el interior de las novenas les debe empezar a preocupar… Ojinaga recibió 35 carreras, Madera recibió 27, Dorados que presume de tener buenos lanzadores recibió: 27, Parral 25, Manzaneros recibió 24, las series más parejas y con menos carreras fueron las Faraones – Rojos y Mazorqueros – Algodoneros, donde se dieron entre comillas los mejores juegos: Faraones 5 Rojos 3 en el segundo, Mazorqueros 4 Algodoneros 2 en el tercero, pero párele de contar.
La única esperanza que nos queda es que en el transcurso de la competencia, los brazos agarren su ritmo, su zona y nos brinden duelos, joyas de pitcheo, que nos inviten a pensar que la primera jornada del Estatal fuer apática, que lo mejor está por venir, esta profecía en el mejor de los casos.
En la más adversa situación, podríamos pensar que por convocatoria los equipos ya tuvieron oportunidad de jalar a sus zonas, foráneos que llenen estos huecos, que le den solvencia al cuerpo de abridores, que le den profundidad al staff de pitcheo y ahora lo que hoy vimos en la inauguración es todo lo que se pudo traer para darle nuevas caras a la máxima fiesta del deporte chihuahuense y hay que rifársela con lo que hay.
En lo que respecta a los Mineros, la situación es crítica, la frialdad de los números nos dice que ganamos la primera serie, Alfonso Pulido fue lo mejor en la loma de los disparos, Jonathan Quiñonez y Humberto Gutiérrez nos dieron una muestra de una esperanza, los demás solo les resta trabajar y trabajar, dentro lo malo, lo bueno es que hay tiempo para entrenar, hacer los ajustes para que Guereca arme el rompecabezas y dentro de dos o tres series la Furia Gris tenga ya una visión más clara de las funciones que cada lanzador debe tener a la hora de entrar al juego.
Cabe señalar la poca asistencia al Estadio Parral, hay que recordar que la eliminación de los Mineros en el 2016 se dio en el mes de Julio, Parral tenía un ayuno beisbolero de más de 10 meses, las entradas en la Liga Regional nos alentaron a pensar un regreso de seguidores a la hora de cantarse el playball, sin embargo ningún factor anterior provoco la respuesta de los fanáticos para acudir a las gradas a apoyar a los máximos campeones del Estatal.
Mucho trabajo tiene el Comité por delante, el equipo puede dar mucho más, solo falta comprender y asimilar que las distancias para pretender y aspirar a ser campeón, están muy lejanas, situación que sufren todos los equipos, lo que sucede en la Cuarta Zona es un microcosmos de los defectos, debilidades, errores que se cometieron en el invierno, afortunadamente la primavera y el verano son largos y pacientes, solo los equipos que rectifiquen, ajusten líneas, aprieten el paso van a estar en la postemporada.
