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•Se ostentaron como policías ministeriales para extorsionar a un chofer de UBER
•La FGE procederá con todo el rigor de la ley en contra de estos malos servidores públicos.
La Fiscalía General del Estado procederá con todo el rigor de la ley en contra de tres elementos de la Policía Procesal detenidos en ciudad Juárez, donde haciéndose pasar por agentes investigadores, extorsionaron a chofer de transporte UBER.
Los detenidos: Rafael Fabián V.R., José de Jesús C. G., y Jaime B. H., les aseguraron: tres armas cortas calibre 9mm marca Pietro Bereta, un arma larga marca Colt AR-15 calibre .223 y una pick up Chevrolet Silverado, color blanco sin matrícula de circulación.
La narrativa del hecho que se les atribuye, establece que ayer martes, en el Bulevar Norza Garay, interceptaron al conductor de una camioneta Nissan, línea Armada, identificándose como “Policías Ministeriales”, diciéndole que “se trataba de una revisión”, en la que le sacaron 100 mil pesos que traía para comprar un vehículo.
Dijeron al ofendido que contaba con orden de aprehensión, y aún y cuando éste les manifestó que no sabía de qué hablaban, los supuestos “Ministeriales” le mencionaron que se lo llevarían detenido, pero que “estaban en la mejor disposición de ayudarlo”, si les entregaba 150 mil pesos más, dejándolo ir a pie a conseguir esa cantidad.
La víctima se dirigió a la Fiscalía a interponer la denuncia, recibiendo toda la atención y asesoría por parte de Policías de la Agencia Estatal de Investigación adscritos a la Unidad Antiextorsión quienes detuvieron a los tres extorsionadores en la calle Parral, estaban esperaban la otra cantidad que le pidieron al ofendido.
A los detenidos, quienes se identificaron plenamente como Policías Procesales, les aseguraron las armas reglamentarias, la pick up que tripulaban y seis teléfonos celulares entre ellos uno propiedad de la víctima, ellos quedaron a disposición del Ministerio Público como probables responsables del delito de extorsión agravada,
La Fiscalía General del Estado reitera su compromiso de no tolerar ninguna conducta de esta naturaleza y mucho menos proviniendo de un servidor público, a quienes se les aplica todo el rigor de la ley, ya que tienen mayor deber de cumplirla.
