El Gran Miguel.

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                                  Por:

                     Lic. Alejandro Chávez.
Verdaderamente que los parralenses somos unos incrédulos e infames al dudar de la buena fe del Gran Miguel, en verdad que no tenemos perdón. La historia se encargara de castigar a quienes se han empeñado en desprestigiar al honorable ingeniero.
El Ing. Miguel Jurado, al que muchos consideraban un buen Presidente en su primera administración, tuvo dos errores imperdonables: haberse cambiado a la “marca” equivocada y seguir siendo títere del Gobierno Estatal; atroz el primero, indigno el segundo.
Sin la menor sensibilidad hacia la ciudadanía, pretende cambiar la alcaldía al centro de documentación, situación que genera descontento en los parralenses.
A pesar de que el panorama es negro, aun quiere margen para equivocarse y de igual manera reconocerlo.
De seguir con ese capricho, sus noches no deben de ser muy tranquilas; no lo serán hasta que tome una buena decisión en beneficio de Parral y deje por fin trabajar a quien lo suceda.
No es bueno etiquetar como desleales a los servidores públicos de su administración y, peor aún, correrlos por el simple hecho de manifestar su descontento en redes sociales; ¿no existe entonces la libertad de expresión en su reino? ¿Acaso usted no fue desleal al abandonar su partido del alma?
El poder magnifica las cualidades de quien lo ejerce, cuando están son verdaderas y fuertes, pero en su caso, es un poder ejercido ególatramente. Sin lugar a dudas está recurriendo a las tácticas tradicionales de su nuevo partido.
Preséntese ante la ciudadanía con mayor humildad, sencillez e inteligencia, a fin de tratar de convencer y explicar cosas inexplicables.