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Este padecimiento no presenta síntomas en sus inicios
Chihuahua, Chih.- La Secretaría de Salud de Gobierno del Estado hace un llamado a la población a cuidarse de la enfermedad silenciosa llamada hipertensión arterial, la cual puede ocasionar obesidad.
La hipertensión arterial se considera una enfermedad silenciosa, ya que no tiene ningún síntoma o signo de alarma que pueda avisar a las personas sobre algún factor de riesgo de que los órganos vitales se vayan dañando poco a poco sin que la persona lo note.
El doctor Oscar Murillo Aldaco, del Programa de Salud del Adulto y el Adulto Mayor, comentó que la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias menor a 140/90 mmHg (milímetros de mercurio) pero cuando la elevación de las cifras es constante y mayor a los parámetros determinados como normales se considera hipertensión.
Son múltiples los factores que pueden derivar en esta enfermedad como la obesidad, la edad, tensión emocional, el consumo excesivo de sal y de grasas, el tabaquismo, falta de ejercicio, la obesidad o la herencia genética, ya que existe la probabilidad de que hijos de padres hipertensos también lo sean.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 32 de cada 100 adultos de 20 años o más padecen hipertensión arterial, lo que representa el 62% de la población mexicana.
Si la persona tiene obesidad el porcentaje de hipertensión incrementa hasta un 42%, y conforme avanza la edad se incrementa el riesgo de padecer esta enfermedad, encontrando que a partir de los 60 años esta cifra aumenta hasta un 50%.
Para prevenir la “enfermedad silenciosa” es recomendable mantener un peso corporal adecuado, consumir alimentos que sean bajos en sal y sodio, condimentar la comida con especias y hierbas aromáticas, evitar los alimentos procesados ya que contienen grandes cantidades de sodio.
La única manera de conocer el estado de la presión arterial es mediante su medición periódica, además las complicaciones que se generan de este padecimiento son graves tales como la insuficiencia cardiaca, infarto cardiaco, derrame cerebral o embolia, problemas de la vista o daño renal.
La actividad física de intensidad moderada como caminar a buen paso es beneficiosa cuando se practica durante al menos 30 minutos diariamente, si se prolonga más tiempo, los beneficios también son mayores, de este modo las personas que tienen una rutina de ejercicio presentan un riesgo de 20 a 50% menor de desarrollar hipertensión arterial que las sedentarias.
