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Aunque no habrá aumentos significativos en comparación a los precios que se manejaron el año pasado, los alimentos del mar no serán nada accesibles para el grueso de la población, pues los precios oscilaran entre los 80 y 350 pesos por kilo.
Lo anterior se prevé por el inicio de la Cuaresma, que da comienzo la siguiente semana, con el miércoles de ceniza,
Los precios, señalaron en establecimientos dedicados a la venta de estos productos, oscilarán desde los 80 y hasta los 350 pesos por kilo, sea de filete de las diversas especies o bien del camarón con y sin cabeza.
Los comerciantes de pescados y mariscos reportan un abasto suficiente de los productos del mar, cuya demanda comenzará a registrar un aumento importante a partir del Miércoles de Ceniza (14 de febrero).
El producto más económico será la mojarra que se podrá conseguir desde los 80 pesos, mientras que el filete se conseguirá desde los 100 pesos por kilo y hacia arriba, el huachinango se comercializará desde los 130 pesos, el filete de pargo en 100 pesos y el cazón para el caldo en 130 pesos el kilogramo.
Empero, también habrá productos más caros como el salmón que se estará cotizando mínimo en los 320 pesos por kilo o bien el camarón de pacotilla (coctelero) en los 180 pesos y el camarón sin cabeza que tiene un precio mínimo de 350 pesos, según los precios que dieron a conocer los mismos comerciantes de pescados y mariscos.
“Se acabaron los años donde en el período de Cuaresma se tenían buenas ventas de pescados y mariscos, por lo que sólo esperamos que se desplace más o menos el producto que manejaremos en cada negocio, porque por un lado está la difícil situación económica que no le permite a las familias acceder a la compra de los alimentos del mar frescos y por el otro nos enfrentamos a la competencia desleal de los productos congelados que se ofertan a un precio muy por debajo del producto fresco, aunque la calidad de los mismos deja mucho que desear”, manifestaron.
Añadieron que los precios de los pescados y mariscos para la temporada de Cuaresma serán prácticamente los mismos que se manejaron el año pasado porque sabemos que la economía no está bien y porque aumentarlos de manera desproporcionada lo único que provocaría es que la gente dejara de comprar este tipo de alimentos.
