MORENA a contraluz

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Por Erik Jurado

 

La gran revelación electoral en nuestro país es ese partido llamado MORENA. Su nombre parece esclarecerlo todo; una organización esperanzadora que menta a la virgen de Guadalupe y representa una esperanza para México, sobre todo para la clase menos favorecida. Sí, como lo está pensando (o por lo menos yo lo pensé) esta es una vez más la cantaleta populista que se ha repetido mil y una vez a lo largo de la historia y que nunca termina por cuajar debido a que el sueño es demasiado ambicioso y la realidad no termina de acoplarse a él.

MORENA es ese cuento inventado que resulta bien porque llega al corazón y no le exige mucho a la cabeza, el discurso central es terminar con la corrupción de los otros partidos, aunque no se diga cómo.

Pero si por un momento pusiéramos a morena contra el sol, para observar que es lo que se esconde en sus entrañas, tal vez y sólo tal vez no encontraríamos precisamente un corazón limpio, y buenos deseos.

Hay que ser honestos, el corazón de MORENA no es el resultado de una ideología firmemente empuñada en la filosofía como sucedió con el reto de Gómez Morín o González Luna, trabajos y reflexiones que posteriormente se convertirían en Acción Nacional. Pero tampoco es aquella idea pragmática e institucionalista de Calles que es ahora el PRI. Morena tampoco se parece a la necesidad de representar una ideología faltante, como lo fue el PRD y el trabajo de Cárdenas. ¡No! MORENA no es un partido fundamentado en una firme ideología o cosmovisión filosófica, no es tampoco una necesidad real del país, todos sabemos que es el partido que nace de un capricho, una búsqueda ambiciosa del poder que no se pudo dar ni en la derecha, ni en el centro y tampoco en la izquierda. Morena es el berrinche de Andrés en su anegada búsqueda por la presidencia del país.

MORENA no representa a un sector real de la población y sus aspiraciones, no es un movimiento ideológico o un nuevo modelo de gobierno, es una organización que se configura alrededor de un personaje y sus veleidosos deseos. Pero además es una organización que se ha ido materializando con las adhesiones pragmáticas de personajes que renegaron de sus filas con regularidad por no conseguir una candidatura o bien por darse cuenta que existe una posibilidad real para el 2018.

Son varios los personajes controvertidos que han migrado a MORENA con el fin de posicionarse bien para conseguir un espacio o al menos salir en la foto del 18. Desde mi perspectiva personal esto, solamente se avizora como un tremendo desastre. En cualquiera que sea el escenario no hay modo de que estas adhesiones sin otra meta más que ganar una elección presidencial culminen en algo atractivo o al menos duradero. De conseguir la victoria se observará como el partido se devora a sí mismo como ha sucedido con otras agrupaciones, si todo termina en una rotunda derrota no hay mayor posibilidad que el desplazamiento de esta organización al olvido y posiblemente luego de un tiempo a su muerte.

Seguramente si observáramos a MORENA contra luz observaríamos que está hueco y que el armatoste cada vez es más pesado y tarde o temprano terminará por desinflarse.

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