Sociedades abiertas; la importancia de la investigación en el conocimiento.

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Por Erik Jurado

En el terreno del conocimiento existen dos disposiciones esenciales, creer que se sabe o dudar de lo que se cree saber. Estas dos formas de hacer frente al tema de conocer el mundo predisponen la conducta individual y grupal frente a las cosas. Cuando se estima saber no existe la necesidad de indagar más pues se conoce lo necesario, es en ese punto donde se instituye una postura cerrada en el conocimiento, una organización que adopta en lo colectivo esta disposición será una sociedad cerrada, pues la sociedad cree que no necesita indagar o conocer más sobre lo que creen saber. Por otra parte una sociedad abierta será aquella que está interesada en acrecentar sus creencias o conocimientos sobre los fenómenos de interés.

Las sociedades cerradas se convierten en sistemas dogmáticos, donde la verdad es un objeto acabado y generalizado, no hay lugar para la duda ni para la investigación todos adoptan un credo compartido y el pensamiento es grupal o colectivo. Quien intenta ir más allá o cuestionar el orden establecido es repelido.

Las sociedades abiertas en cambio, se definen por su necesidad de debate e indagación, una sociedad abierta está dispuesto a cambiar debido a que reconoce que está en formación constante, una sociedad abierta es pública y permite que cada individuo aporte desde su perspectiva para acrecentar el conocimiento existente e incluso promueve que las personas reten a lo preestablecido.

La primera sociedad mencionada tiende a una cultura dictatorial o a un gobierno que está regulado por un grupo pequeño o bien por un solo individuo. Esto debido a que la pluralidad no cabe en este tipo de sistemas. El miedo o la indiferencia son los principales motores que impelen este conjunto.

Por su cuenta los sistemas abiertos tienden a la democratización de las decisiones y al sondeo de las mejores opciones y su viabilidad. Son sistemas que favorecen la pluralidad y sortean la dificultad que implica. Los sistemas abiertos privilegian la libertad en tanto que los cerrados la igualdad.

Visto desde cierta óptica ambos sistemas tienen aspectos positivos y negativos, pero al final siempre un sistema abierto es más adecuado a la naturaleza humana, pues antes somos libres que iguales.

La pregunta central que me gustaría abordar con toda esta discusión es ¿Qué tipo de sociedad estamos construyendo y en cual nos incluimos como personas?

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