2017

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Por: Erik Jurado

Debido a que en los últimos días experimento bloqueo de escritor, hoy jugaré a ser adivino. Trataré de avizorar lo que está por venir y se encuentra en nuestro destino y relataré en el siguiente espacio lo que considero serán las noticias del próximo año y el escenario, social, político y económico para nuestro país, Estado y municipio.
El año comienza y nos insinúa cual será su devenir, en términos coloquiales por las vísperas se sacan los días. Es evidente que nuestras relaciones internacionales tendrán cambios próximos, no tan dramáticas como muchos quieren proyectar, esto no será una especie de éxodo ni un retorno masivo. Lo que se ha construido y vinculado a lo largo de décadas no se viene abajo en cuatro años y si fuera el caso ni siquiera en ocho, los hechos sociales nos son tan abruptos ni repentinos con regularidad. Evidentemente se darán coyunturas que pueden ser aprovechadas por otras potencias mundiales e incluso para los empresarios mexicanos. Estas relaciones de distanciamiento con el vecino del norte traerán con ellas un fortalecimiento del peso frente al dólar, al menos su estabilidad. Mientras que para el vecino del norte veo incertidumbre y desestabilidad, una personalidad histriónica a la cabeza siempre genera incomodidad y conflicto. No sería una sorpresa que los grupos radicales de Estados Unidos pidieran la salida durante este año del nuevo ocupante de la casa blanca, al menos veremos varios levantamientos e inconformidades.
En la política nacional nos esperan los preparativos para una campaña igual a las anteriores, promesas absurdas y pelea por los espacios, veremos a un PAN enfrentado, un PRI que no logrará recuperarse a tiempo y a MORENA tratando de vender un sueño. Los reflectores se centrarán este año en los presidenciables y veremos cómo se acumulan las licencias en funcionarios que se encampañarán.
En el ámbito estatal nos espera un año gris, falto de ideas y propuestas serias para posicionar a chihuahua en un lugar privilegiado, todo se acota en salvarlos de la debacle.
Lo municipal no es una historia diferente, con una estrategia pobre que intenta hacerle ver al ciudadano que el toma todas las decisiones, se pierde la responsabilidad del representante y pareciera que el líder se debilita por decisión propia, ya decía Maquiavelo: “el poder no se comparte” y menos con tantas cabezas.
Nos espera un año lleno de retos y muchos despistados incapaces de observarlos, la atención se centrará en los asuntos de siempre.
Al final ser adivino en este contexto no es tan complicado, pues las dinámicas sociales son constantes, predecibles, pero carentes de personajes capaces de abordarlas a modo.