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El gobernador del estado, César Duarte Jáquez, dijo que ante la petición que hay en su partido de retirarles los derechos políticos y expulsarlos no está preocupado, pues sabe que no tiene nada qué ocultar y que más vergüenza le daría entregar a un estado sin avances en lo absoluto, porque sí los tiene.
A su llegada a Palacio de Gobierno, el jefe del Ejecutivo Estatal respondió el cuestionamiento y dijo que no tiene pena en dejar el Poder de la forma en que lo hace, pues peor sería estarlo entregando sin educación, con carreteras tomadas, “ahí sí me daría vergüenza”, dijo.
Recordó que hace algunos días le preguntaron en una entrevista a nivel nacional si era difícil la salida, pero respondió que sin lugar a dudas más complicada fue a su parecer la entrada, pues el estado se encontraba en una crisis muy complicada de seguridad, empleo y educación.
“Estamos entregando el estado en marcha, con retos y problemas sí, no negamos que existan pero de ninguna manera los que había hace algunos años”, insistió el gobernador sobre la situación actual que hay en Chihuahua.
Por tal razón consideró que el partido no le da la espalda, sino que busca la mayor legalidad y transparencia posible, de modo que no tiene temor pues sabe que no hay nada malo en su gestión.
Dijo que hay un saldo positivo y que si bien el tema todavía tiene mucho que dar, se siguen concretando acciones para que las políticas públicas que se hicieron con los ciudadanos se mantengan vigentes.
También comentó que no hay ningún inconveniente de su administración para el proceso de entrega y recepción, lo cual espera se dé de manera civilizada y sin mayor problema, ya que las campañas políticas terminaron hace meses.
